Es una historia de amor, lujuria, traición y arrepentimiento, donde admite haberse enamorado de un infiel que no es otro que el hombre de su mejor amiga. Sumerge al oyente en letras audaces y sinceras inspiradas en la experiencia de un amigo y en las telenovelas latinas. Mezcla un ritmo de trap con una guitarra de corrido mexicano y el alma de Izzy y la voz arenosa de R&B.
La composición contó con la participación de Oplus, cantante y compositor colombiano responsable de escribir éxitos junto a Maluma, Anitta, Ozuna, etc. La canción tiene un video musical que saldrá en las próximas semanas y su rodaje se llevó a cabo en un impresionante teatro en el centro de Los Ángeles.
Con elementos vintage en su concepto, el video trae la estética de México en los años 40 y,por supuesto, la firma de Izzy que son sus actuaciones de baile sobresalientes.
La cantante valora la confianza en sí misma y el empoderamiento femenino en todos sus trabajos. Y, según ella, parte de ese empoderamiento es permitirte ser vulnerable. No son visiones que se contraponen, sino que se complementan. En 1942, esto no era diferente.
Izzy la Reina se mueve entre tres mundos. Nacida en Brasil, su infancia en Río informa un rico sentido de la mística sudamericana. Al vivir en Los Ángeles, ha mantenido un punto de apoyo en el espíritu , cuerpo y alma de la cultura en América.
Al sentirse orgullosa de formar parte de la comunidad global latina, participa en una conversación mundial. Ella aprovecha estos tres elementos dentro de una visión impredecible e innegable del pop latino elevado por su estilo seductor, innegable carisma y un corazón inigualable.
Luego después de generar más de 3 millones de reproducciones y transmisiones en total de forma independiente y recibir elogios de KAZI Magazine, The Source, The Hype Magazine, This Is 50 y más, la cantante, compositora e intérprete presenta su propio sonido bilingüe audaz en una serie de singles.
“Mi música es una mezcla de mundos”, afirma. “Soy brasileña, pero vivo en los Estados Unidos y entiendo el pop en América”. Al mismo tiempo, añado las vibras latinas. Algunas de mis canciones están en inglés y otras en español, Brasil me da esa tercera cultura, porque no hay lugar como este. Estoy tratando de unir todo”.
Izzy desarrolló una perspectiva global cuando era niña. Acompañó a su padre pastor en sus viajes por Brasil y cantó en iglesias durante varios eventos, cultivando su voz en el proceso. Al mismo tiempo, escuchó a todos, desde Jennifer Lopez y Christina Aguilera hasta Britney Spears y Beyoncé. Después de vivir en San Francisco a la edad de catorce años, construyó una base de admiradores en Brasil liderando una banda de mujeres y brillando en programas de televisión y escenarios de festivales.
“La música lo es todo para mí”, exclama. “Es la motivación para despertarse cada mañana. Me hizo dejar mi país de origen y mudarme hasta Estados Unidos sin nada. Me hizo creer en mí misma. Es lo que me ha mantenido en marcha durante los momentos más deprimentes y horribles de mi vida. Cuando canto, pienso en todas las luchas por las que he pasado y dejo salir todas mis emociones, sentimientos y pensamientos”.